sábado, 21 de julio de 2018

Ciclo B - TO - Domingo XVI


22 de julio de 2018 - XVI DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO - Ciclo B                    

      "Le dio lástima de ellos porque andaban como ovejas sin pastor"

-Jer 23,1-6
-Sal 22
-Ef 2,13-18
-Mc 6,30-34

Marcos 6,30-34

      En aquel tiempo, los apóstoles volvieron a reunirse con Jesús, y le
contaron todo lo que habían hecho y enseñado. Él les dijo:
      - Venid vosotros solos a un sitio tranquilo a descansar un poco.
      Porque eran tantos los que iban y venían, que no encontraban tiempo ni
para comer.
      Se fueron en barca a un sitio tranquilo y apartado. Muchos los vieron
marcharse y los reconocieron; entonces de todas las aldeas fueron corriendo
por tierra a aquel sitio y se les adelantaron. Al desembarcar, Jesús vio una
multitud y le dio lástima de ellos, porque andaban como ovejas sin pastor;
y se puso a enseñarles con calma.

Comentario

      La figura del pastor, frecuente en la Biblia para expresar las
relaciones entre Dios y su pueblo, hace de puente entre las lecturas del
Antiguo testamento y las del nuevo en la liturgia de hoy.
      Puede verse en la lectura de Jeremías (23,1-6) y en el salmo
responsorial una introducción al texto del evangelio en el que, aun de forma
sumaria, Marcos presenta la compasión del "buen pastor" y su preocupación por
los discípulos que lo siguen. .
      En la primera lectura podemos ver cómo Dios, que desde antiguo guiaba
como un pastor a su pueblo, anuncia que, vista la incapacidad de los
dirigentes, asumirá personalmente la guía de su pueblo en los tiempos del
Mesías. El salmo, como respuesta, cantará las delicias de sentirse conducido
por un pastor así. Es como participar en un gran festín.
      Este contexto en el que la liturgia sitúa el breve pasaje de Marcos,
ayuda a comprender mejor la doble intervención de Jesús para reunir en un
lugar apartado a los apóstoles al volver de la misión, y su atención
compasiva hacia la multitud hambrienta, sobre todo de la Palabra de Dios.
      "Y se puso a enseñarles con calma". Es típico de Marcos el uso del
verbo enseñar en sentido absoluto, sin decir cuál es el contenido del
mensaje. En este caso la enseñanza (aunque no sabemos cuál es), sabemos que
brota del momento de calma en compañía de los doce y de la inmensa compasión
por la gente que andaba "como ovejas sin pastor". Además, esa enseñanza parece
ser la introducción al milagro de la multiplicación de los panes que Jesús
realizará inmediatamente después.
      Tal signo anuncia ya su donación total para salvar a los hombres. La
2ª. lectura nos lleva a reflexionar sobre el alcance reconciliador y salvador
de ese gesto. Aparece así nítida la figura del Mesías, buen pastor, que
encarna la misericordia de Dios para con su pueblo, que guía y paga con su
persona el precio de nuestra paz.

"Vio Jesús mucha gente" (Mc 6,34)

      No es un detalle marginal la anotación de Marcos sobre la "compasión"
de Jesús al ver la multitud. Una lectura apresurada podría pasar por encima
de esa observación, pero si nos detenemos a leer el evangelio desde la
experiencia de Jesús en Nazaret, podemos decir que expresa una actitud
largamente madurada en el corazón del Maestro.
      Jesús vio entonces mucha gente y le dio lástima porque andaban como
ovejas sin pastor, pero más allá del grupo concreto de gente a la que se
refiere el evangelio de hoy, está toda la lista de personas que Jesús conocía
en su ambiente, en su pueblo, en su tierra que también "andaban como ovejas
sin pastor". La mirada de Jesús se había detenido desde hacía muchos años en
la desorientación de la gente, en su sensación de no encontrar puntos de
referencia válidos. Y esto a pesar de existir muchos maestros, guías y
autoridades.
      El acercamiento del texto de Jeremías a la situación contemporánea a
Jesús que la liturgia hace de manera indirecta, quizá había sido ya hecho por
Jesús muchas veces viendo lo que sucedía en Nazaret y en el pueblo judío en
general. Eso explica su polémica con los responsables religiosos que los
evangelios ilustran ampliamente.
      Lo importante para quien medita el evangelio desde Nazaret es ver que
una actitud semejante no se improvisa, no es fruto de un momento pasajero en
el que uno siente lástima por una situación desastrosa. No es fruto de
sentimentalismo sino una convicción profunda, fruto de una larga observación,
meditada, interiorizada, vista a la luz de la fe.
      La intervención de Jesús responde a esa actitud básica de compasión que
revela la misericordia y el amor del Padre. No se limita a "enseñar" aquel
día: crea una comunidad de mensajeros que lleven a todas partes el anuncio
de la salvación y se entrega personalmente para abrir un camino. Marchando
tras Él podrá constituirse un nuevo pueblo, un rebaño que sabe por donde
camina y que se siente libre e indefectiblemente unido a quien va delante de
Él.

Señor Jesús, danos tu mirada y tu compasión
Que tu Espíritu Santo nos introduzca en tu corazón,
que sabe estar con los amigos
y tenerse siempre pronto para la misión;
discernir de inmediato la verdadera necesidad de la gente
y actuar en profundidad
aportando soluciones válidas y duraderas.
Te bendecimos, Padre, por Jesús, nuestro pastor y guía,
con Él nos sentimos seguros,
en Él vemos el amor que tienes a todos los hombres.

Ser pastor

      Todo cristiano esta llamado a seguir a Cristo, a escuchar su enseñanza
y a dejarse guiar por É. Pero, al mismo tiempo todos estamos llamados a
compartir con É la tarea de pastoreo, cada uno según sus funciones y sus
carismas.
      De las lecturas que meditamos hoy deberíamos aprender el modo de ser
pastor como Jesús y la participación en la eucaristía debería profundizar
cada vez más nuestra identificación con Él.
      Subrayamos algunas características que se desprenden de las lecturas
de hoy para nuestro comportamiento "pastoral".
      - Dios es siempre el pastor. "Yo mismo reuniré al resto de mis ovejas"
(Jer 23,3). Toda función pastoral debe, pues, situarse en la línea del signo
y la transparencia, para que aparezca claro lo que decía Jesús: "Mi Padre
trabaja siempre y yo también trabajo" (Jn 5,17)
      - Antes de la enseñanza está el tiempo de descanso y de reflexión
(personal o comunitaria) y esa mirada compasiva que comporta una penetración
profunda en la realidad en la que se encuentran los destinatarios del
mensaje.
      - Hablar a los demás, guiar, dirigir, es comprometerse: "Vosotros los
que antes estabais lejos, estáis cerca, por la sangre del Mesías, ... los
reconcilió con Dios por medio de la cruz (Ef 3,14-16). La palabra llama al
sacramento y el sacramento llama a la vida.
      - La finalidad de la acción pastoral es crear comunidad, construir el
reino, ser colaboradores en el plan del Padre de modo que el mundo sea cada
vez más la casa de Dios donde entran todos los hombres.

TEODORO BERZAL.hsf

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