22 de julio de 2018 - XVI DOMINGO DEL
TIEMPO ORDINARIO - Ciclo B
"Le dio lástima de ellos porque
andaban como ovejas sin pastor"
-Jer 23,1-6
-Sal 22
-Ef 2,13-18
-Mc 6,30-34
Marcos 6,30-34
En aquel tiempo, los apóstoles volvieron a reunirse con Jesús, y le
contaron todo lo que habían hecho y
enseñado. Él les dijo:
- Venid vosotros solos a un sitio tranquilo a descansar un poco.
Porque eran tantos los que iban y venían, que no encontraban tiempo ni
para comer.
Se fueron en barca a un sitio tranquilo y apartado. Muchos los vieron
marcharse y los reconocieron; entonces
de todas las aldeas fueron corriendo
por tierra a aquel sitio y se les
adelantaron. Al desembarcar, Jesús vio una
multitud y le dio lástima de ellos,
porque andaban como ovejas sin pastor;
y se puso a enseñarles con calma.
Comentario
La figura del pastor, frecuente en la Biblia para expresar las
relaciones entre Dios y su pueblo, hace
de puente entre las lecturas del
Antiguo testamento y las del nuevo en
la liturgia de hoy.
Puede verse en la lectura de Jeremías (23,1-6) y en el salmo
responsorial una introducción al texto
del evangelio en el que, aun de forma
sumaria, Marcos presenta la compasión
del "buen pastor" y su preocupación por
los discípulos que lo siguen. .
En la primera lectura podemos ver cómo Dios, que desde antiguo guiaba
como un pastor a su pueblo, anuncia
que, vista la incapacidad de los
dirigentes, asumirá personalmente la
guía de su pueblo en los tiempos del
Mesías. El salmo, como respuesta,
cantará las delicias de sentirse conducido
por un pastor así. Es como participar
en un gran festín.
Este contexto en el que la liturgia sitúa el breve pasaje de Marcos,
ayuda a comprender mejor la doble
intervención de Jesús para reunir en un
lugar apartado a los apóstoles al
volver de la misión, y su atención
compasiva hacia la multitud hambrienta,
sobre todo de la Palabra de Dios.
"Y se puso a enseñarles con calma". Es típico de Marcos el uso
del
verbo enseñar en sentido absoluto, sin
decir cuál es el contenido del
mensaje. En este caso la enseñanza
(aunque no sabemos cuál es), sabemos que
brota del momento de calma en compañía
de los doce y de la inmensa compasión
por la gente que andaba "como
ovejas sin pastor". Además, esa enseñanza parece
ser la introducción al milagro de la
multiplicación de los panes que Jesús
realizará inmediatamente después.
Tal signo anuncia ya su donación total para salvar a los hombres. La
2ª. lectura nos lleva a reflexionar
sobre el alcance reconciliador y salvador
de ese gesto. Aparece así nítida la
figura del Mesías, buen pastor, que
encarna la misericordia de Dios para
con su pueblo, que guía y paga con su
persona el precio de nuestra paz.
"Vio Jesús mucha
gente" (Mc 6,34)
No es un detalle marginal la anotación de Marcos sobre la
"compasión"
de Jesús al ver la multitud. Una
lectura apresurada podría pasar por encima
de esa observación, pero si nos
detenemos a leer el evangelio desde la
experiencia de Jesús en Nazaret,
podemos decir que expresa una actitud
largamente madurada en el corazón del
Maestro.
Jesús vio entonces mucha gente y le dio lástima porque andaban como
ovejas sin pastor, pero más allá del
grupo concreto de gente a la que se
refiere el evangelio de hoy, está toda
la lista de personas que Jesús conocía
en su ambiente, en su pueblo, en su
tierra que también "andaban como ovejas
sin pastor". La mirada de Jesús se
había detenido desde hacía muchos años en
la desorientación de la gente, en su
sensación de no encontrar puntos de
referencia válidos. Y esto a pesar de
existir muchos maestros, guías y
autoridades.
El acercamiento del texto de Jeremías a la situación contemporánea a
Jesús que la liturgia hace de manera
indirecta, quizá había sido ya hecho por
Jesús muchas veces viendo lo que
sucedía en Nazaret y en el pueblo judío en
general. Eso explica su polémica con
los responsables religiosos que los
evangelios ilustran ampliamente.
Lo importante para quien medita el evangelio desde Nazaret es ver que
una actitud semejante no se improvisa,
no es fruto de un momento pasajero en
el que uno siente lástima por una
situación desastrosa. No es fruto de
sentimentalismo sino una convicción
profunda, fruto de una larga observación,
meditada, interiorizada, vista a la luz
de la fe.
La intervención de Jesús responde a esa actitud básica de compasión que
revela la misericordia y el amor del
Padre. No se limita a "enseñar" aquel
día: crea una comunidad de mensajeros
que lleven a todas partes el anuncio
de la salvación y se entrega
personalmente para abrir un camino. Marchando
tras Él podrá constituirse un nuevo
pueblo, un rebaño que sabe por donde
camina y que se siente libre e
indefectiblemente unido a quien va delante de
Él.
Señor
Jesús, danos tu mirada y tu compasión
Que
tu Espíritu Santo nos introduzca en tu corazón,
que
sabe estar con los amigos
y
tenerse siempre pronto para la misión;
discernir
de inmediato la verdadera necesidad de la gente
y
actuar en profundidad
aportando
soluciones válidas y duraderas.
Te
bendecimos, Padre, por Jesús, nuestro pastor y guía,
con
Él nos sentimos seguros,
en
Él vemos el amor que tienes a todos los hombres.
Ser pastor
Todo cristiano esta llamado a seguir a Cristo, a escuchar su enseñanza
y a dejarse guiar por É. Pero, al mismo
tiempo todos estamos llamados a
compartir con É la tarea de pastoreo,
cada uno según sus funciones y sus
carismas.
De las lecturas que meditamos hoy
deberíamos aprender el modo de ser
pastor como Jesús y la participación en
la eucaristía debería profundizar
cada vez más nuestra identificación con
Él.
Subrayamos algunas características que se desprenden de las lecturas
de hoy para nuestro comportamiento
"pastoral".
- Dios es siempre el pastor. "Yo mismo reuniré al resto de mis
ovejas"
(Jer 23,3). Toda función pastoral debe,
pues, situarse en la línea del signo
y la transparencia, para que aparezca
claro lo que decía Jesús: "Mi Padre
trabaja siempre y yo también
trabajo" (Jn 5,17)
- Antes de la enseñanza está el tiempo de descanso y de reflexión
(personal o comunitaria) y esa mirada
compasiva que comporta una penetración
profunda en la realidad en la que se
encuentran los destinatarios del
mensaje.
- Hablar a los demás, guiar, dirigir, es comprometerse: "Vosotros
los
que antes estabais lejos, estáis cerca,
por la sangre del Mesías, ... los
reconcilió con Dios por medio de la
cruz (Ef 3,14-16). La palabra llama al
sacramento y el sacramento llama a la
vida.
- La finalidad de la acción pastoral es crear comunidad, construir el
reino, ser colaboradores en el plan del
Padre de modo que el mundo sea cada
vez más la casa de Dios donde entran
todos los hombres.
TEODORO
BERZAL.hsf
No hay comentarios:
Publicar un comentario